lunes, 15 de diciembre de 2014

TARDE DE PASIÓN.


Aquella lluvia de sentimientos cesó limpiando incertidumbres que arañaban la mente, los pensamientos purificaron su rostro y la verdad encontró refugio en la razón. La mañana quedó pequeña ante el envite de la tarde, el sol quemaba con sus rayos los deshechos que su luz encontraba, la luna había envuelto la noche rompiendo el espejo que esconde la realidad, los sueños despertaron de su silencio y comenzaron a dejar sentir el aroma que traía la brisa. Nació la ilusión y su sabor regó el alimento, sazón rociada en deseo abriendo el apetito, cruce de sables para trinchar la pasión, desenfreno de amores que llegando a los postres desnudaron el destino dejándose llevar por el placer de los sentidos, bocado del corazón que colmó de besos el alma y llenó de sensaciones aquel manjar. Una vez degustado el aliento aquel viento dejó de soplar y sonaron trompetas, triunfó la verdad dormida en el lecho y despertó de nuevo una tarde encendida, tarde enardecida por la pasión que pudo apagar el fuego y a la vez dejar prendida la llama que alimenta el amor. Una copa de ternura, crema de suave paladar, endulza los labios que vuelven a besar, ósculos de humildad que hacen recorrer por los sentidos su poder, luz que estremece la razón y enajena la mente, corazón que arde en el deseo, sangre que hierve, comienza a vivir el sueño, calla el silencio y grita el amor, gargantas de ensueño que abrazadas componen melodías, el tiempo acude a su encuentro y juntos deciden soñar. La noche respira tranquila, sabe que la vida camina en su ayuda y en ella dormirá tranquila, su oscuridad recupera así un espejo donde mirar la verdad, fiel reflejo de los/sentimientos que su embrujo protege.

MIGUEL URBANO PERALVAREZ.


viernes, 12 de diciembre de 2014

RENGLONES QUE HAN DE ESCRIBIR LA VIDA.



T
ras una noche callada el día se desespera, cae el rocío y un silencio se escucha al caminar, la mañana espera tras la cortina de la verdad y el día va escribiendo renglones que nadie puede leer. El alma se desgañita intentando recomponer el habla mientras el corazón se ahoga en un sentimiento, tardó la oscuridad en dar luz al sueño y tardó el sueño en dar claridad a la razón, dormida la fantasía la imaginación quiso dar color pero fracasó, la mente descansaba en la ironía y el pensamiento trataba de colarse entre las columnas que sustentaban aquel teatro, actores que censuraban sus propios textos se empeñaban en reescribir el guión, la obra ya había comenzado y era necesario seguir las pautas, descontrol organizado en el que el director de reparto se quedó con la mejor tajada, quedó el trozo mas difícil de tragar para quien no tiene dientes, nervios difíciles de desgarrar, dentelladas al aire que se perdían en un pensamiento, sopa de verdades y pastel de propósitos, convertir en digerible la situación. Necesario fue el encontrar la chispa que encendiera el horno, imprescindible la energía que hiciera mover las aspas de aquel molino para triturar lo absurdo y extraer la esencia, condimento indispensable para aderezar, y rociarla en el sentimiento que dormitaba congelado en el olvido, frialdad incomprensible que hacia helar el pensamiento. Arrancó por fin la mañana y quiso desayunar sonrisas, las buscó tras la cortina y halló la verdad, calentó la imaginación y redobló su esfuerzo para liberar la fantasía que dormía su sinrazón. El día despertó entre tinieblas, la luz incendió la madrugada, el sol quiso respirar y dio un soplo de aliento alimentando el sabor y callando al silencio. Una melodía de fondo se fue acercando regalando paz a los sentidos, el alma respiró tranquila y dio calor al corazón que aspiró el aire que le prestaba el sol, redoble de sensaciones que repicaban en los oídos. La mente despierta y comienza a cocinar la vida, el camino recupera el sonido, la luna desde su refugio lanza un aviso, algo debe cambiar, la esencia no debe esconderse tras la verdad, ha de ser abono para que la realidad pueda leerse y el día pueda escribir su destino y la vida enderezar aquellos renglones vencidos por la incomprensión.

MIGUEL URBANO PERALVAREZ.

Registrados los derechos de autor.


TRAS LA LUNA DE OTOÑO, UNA ESTRELLA.

Aquí os dejo otro fragmento de "Tras la luna de Otoño, una estrella"

El sol creaba el ambiente y el día se anunciaba anticipando un cambio, el invierno se asomaba por la ventana mientras la luna se despedía con una sonrisa, un horizonte anaranjado la acogía llenando de alegría el amanecer. El sol derramaba sus rayos y nos dejaba ver más allá de nuestros pensamientos, el alma despertaba sus sueños y la tierra aclaraba su garganta para entonar cánticos de esperanza, sonidos que llenaban las ciudades de humanidad dormida, quedaban estas pequeñas al rebosar de sentimientos aquella melodía. Lágrimas convertidas en gotas de rocío daban la bienvenida a una jornada que se anunciaba entrañable, frío amanecer que dejaba su impronta en el alfeizar de la ventana, junto a aquellas gotas que formaban el espejo de la mañana el hielo se iba adheriendo al cristal resquebrajando la quietud de aquel silencio. Callado, escuchaba el lamento de su jardín al que sentía apagado, quiso darle un poco de color. La navidad se presentaba reclamando armonía y claridad, la nieve aun no había llegado pero avisaba que lo haría, el sol escondía sus brazos ente nubes de un gris especial, muy pronto. En lontananza un horizonte ennegrecido perseguía a la mañana para envolverla en un manto blanco, José observaba aquel jardín y se durmió en su sueño, vergel soñado en cuyo estanque de aguas cristalinas una pequeña gabarra silbaba sus velas marcando surcos hacia su destino. Sentado junto a Isabel remaba con el espíritu libre, un banco de peces llamó su atención, breve instante en el que la imaginación le guió hacia el fondo de aquella laguna, algo brillaba allí a lo lejos, acercó su mirada hacia el sueño y descubrió aquel diamante engarzado en amor, oro forjado en una sortija de ilusión, y quiso rescatarlo pero un pez se lo impidió, una luz le devolvió a la memoria y recordó que aun esperaba ser grabado en la joyería donde lo compró. Despertó con ganas de regalar y se dispuso a mejorar sus plantas, unas azucenas o unos claveles, su hermana le comentó días atrás sobre las violetas persas, alhelíes de invierno o quizás crisantemos. Pero estos últimos le resultaban demasiado tétricos, entonces se acordó de los geranios que daban buenos resultados en cualquier época. Generosidad, quería darle generosidad, flor de pascua en ese rincón mas resguardado y unos acebos darían colorido al jardín cargándolo de optimismo. Se perdía la mente en las macetas y en su pensamiento una mujer, dulce ensalada de sensaciones en la que el amor le daba el condimento, sal agradecida que regalaba sabor al alma. No escatimaba el corazón sangre para regar el sentimiento, dulce néctar de unos labios que se convertirían en el postre de aquel festín de sueños al regalar sus besos para endulzar el pensamiento.

MIGUEL URBANO PERÁLVAREZ.

Registrados los derchos de autor.

LA LUNA Y SUS SUEÑOS.



La luna no quiere marcharse,
A dormir,
Necesita ver tus ojos,
Y sentir,
En el calor de tu alma,
y vivir,
este amor de madrugada,,
Y latir,
en un corazón de esperanza,
y un sin fin,
De sueños e ilusiones,
Conseguir,
Enredarse en tu mirada,
Y decir,
Te amo en la madrugada,
Y reír,
alegrías y emociones,
Sin sufrir,
Ni penas ni decepciones,
Ser feliz,
Viendo nuestros corazones,
Sonreír.
El amor abre tus ojos,
Y por fin,
La luna cierra su sueño,
Al sentir,
Que el amor ya tiene dueño,
Y lucir,
La luz que el sol le ha devuelto,
Y dormir.
Entre sabanas de ensueño,
y ser feliz.

Miguel Urbano Peralvarez.

Registrados los derechos de autor.




miércoles, 3 de diciembre de 2014

ESENCIAS QUE LA REALIDAD HACE BROTAR.


La tarde escuchaba el silencio, la noche comienza envolviendo la luz y ocultando el dia, tras la luna el tiempo camina y se pierde en la emoción de un sueño. Cada palabra corrige un pensamiento y cada pensamiento enciende la verdad que corre en brazos de la ilusión, la vida rejuvenece la mente y vuelve a crear sensaciones que se mezclan en la coctelera que el amor presenta. Esencias que la realidad hace brotar de las emociones riegan el campo donde se recogeran frutos para alimentar el alma. Semillas que brotaran de la tierra abonada por un elixir destilado en el corazón, rojo anochecer que rompe tonos anaranjados para dar más fuerza a la pasión. Abrazos que la vida ofrece y el cuerpo recibe arropan la fe en si mismos, haciendo que la sangre hierva y la belleza del alma salga tras la ventana que abre al mundo. La mirada se enciende y los ojos se llenan de humildad, la sensillez cobra fuerza y la esperanza se ilumina haciendo que en el camino nazca de nuevo esa ilusión recuperando un amor que nunca se había dormido.
Miguel Urbano Perálvarez.
Registrados los derechos de autor.

lunes, 1 de diciembre de 2014

TRAS LA LUNA DE OTOÑO, UNA ESTRELLA


Aquí os dejo otro fragmento de "Tras la luna de Otoño, una estrella"

Siempre fue un explorador de sueños, desde pequeño se marcó una meta y trató de conseguirla, salir de aquel mundo de pobreza y desesperación. Sus padres eran muy humildes y carecían de recursos aunque, dentro de sus limitaciones, trataron de hacer de su hijo un hombre de provecho. Gracias aquello Andrés pudo estudiar derecho, se convirtió en una persona de principios, su empeño y dedicación le hicieron ir superando cursos, obteniendo becas para poder finalizar la carrera, se sentía bien consigo mismo. Su vuelo aun no había tomado tierra, todavía le quedaba combustible para seguir avanzando, su próxima escala un doctorado, a cuenta de sus resultados había solicitado un crédito a una entidad. En su pensamiento estaba montar su propio bufete de abogados, necesitaba inversión y eran sus primeros pasos en la profesión, crearse una firma y darle credibilidad era su principal objetivo. La mente se le perdía entre proyectos, pensamientos que llenaban su espíritu y agrandaban su ego, cuando apareció Belén con el desayuno, tostadas de ilusión que hicieron desaparecer los rugidos de aquel motor que le empujaba hacia el sueño. Tostadas y café para comenzar un día cargado de emociones, atrás iban dejando engaños y desencuentros. Una sonrisa en los labios y un sol que penetraba por la ventana que dibujaba la silueta de una mujer e iluminaba su cuerpo incendiando la mente de Andrés, el amor brotó de nuevo de sus entrañas y el corazón explotó, sus pupilas se encendieron al contemplar tanta belleza. La imagen ofreció un nuevo matiz a la mañana, cambió la expresión de su rostro y la felicidad tomó asiento en su alma. Una bandeja de emociones donde se mezclaron sentimientos con el pan, besos de ternura que añadieron dulzura a aquel café que estaba despertando sus sentidos, las miradas se encontraron en sus ojos, penetrando en su interior, sensación sublime que llega a la cúspide al compartir su esencia, amor entretejido en los corazones que halla abrigo en el calor de aquel beso, el tiempo se les unió y consiguieron marcar las horas disfrutando juntos de unos momentos inolvidables.
MIGUEL URBANO PERALVAREZ.
Registrados los derechos de autor.

jueves, 20 de noviembre de 2014

"TRAS LA LUNA DE OTOÑO, UNA ESTRELLA"

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!

Aquí os del otro fragmento del libro, " Tras la luna de Otoño, una estrella"

Una imponente luna aparecía por el horizonte,la noche avanzaba irremediable, Ramón observaba como los labios de Silvia se movían al hablar, seducción callada que encendía el deseo y aceleraba el corazón avivando el fuego de la pasión. Hervía la mente dando calor al cuerpo suplicando amor. Aquellos ojos iluminaban el atardecer dando luz a su imaginación, su cerebro intentaba maquinar la solución, necesitaba deshacerse de aquella compañía y quedar a solas con su pareja. Por fin ocurrió, apresurados subieron escaleras hacia la habitación, aplazaron la tertulia, abrazados al deseo anudaron sus manos desnudando sus cuerpos. No quedó ningún rincón por explorar, respiraban felicidad por los poros de su piel, Salivas mezcladas con placer nadaban en un lago de lujuria empujadas por la pasión. Sus besos recorrían aquella figura moldeándola a su gusto, frenesí desatado que acabó bajo una fina capa de lluvia, ducha que trata de enfriar aquel fuego avivando su furor. Embriagadora sensación que emborracha los sentidos, dulces gotas que resbalaban por sus pechos, perlas que deseaba beber hasta saciar su sed, humedad compartida que invita a gozar, sexo desmedido que ahoga gritos apagados por el agua, éxtasis que se aloja en una nube de pasión llegando a su máxima expresión, climax ansiado que llena el corazón y deja el cuerpo a merced de sus embites, durmiendo la mente y despertando los sentidos quedando en silencio exhaustos y atrapados en un beso sin final.

MIGUEL URBANO PERALVAREZ.

Registrados los derechos de autor.




"TRAS LA LUNA DE OTOÑO, UNA ESTRELLA"

¡¡¡¡BUENAS NOCHES!!!!

Aquí os dejo otro fragmento del libro, " Tras la luna de Otoño, una estrella"

Tal vez la noche quisiera tragarse el día pero Ramón supo brillar en la oscuridad y encendió su ingenio, Silvia no llego a conseguir con su enfado apagar aquel entusiasmo. Bella juventud que se había encargado de dar mas vida a su imaginación, dejaba el tiempo correr y al alcohol actuar sobre aquellas mentes haciéndoles arder en el fuego de la pasión. Tantas emociones estimulaban su ego y elevaban su altivez creándole un éxtasis emocional que lo aupaban hacia el infinito, se sentía superior. La bebida hacia desaparecer la razón, delirio de felicidad que se buscaba en los ojos encendidos de quien las miraba. Cinco chicas que no querían acabar la noche sin cazar su pieza, a tres se les acababa la pólvora y no podrían disparar, tomaron un taxi y salieron de la escena, quedaron dos, las mas osadas, sus conversaciones subían rápidamente de tono. Un cumpleaños con su correspondiente regalo, veinticinco primaveras que merecían su premio, Lucía deseaba recordar aquel día, quería dejarlo marcado en su calendario. Vanesa fue la estratega del grupo y supo deshacerse de sus tres amigas y a la vez seducir a Ramón para que aguantase sin caer ebrio, dejaron que apurase el ultimo whisky mientras conversaban en el baño sobre su plan. Le propusieron ir a su hotel y dar cuenta del minibar de la habitacion desarbolando su mente, un instante de inseguridad que enseguida recompuso. Aunque su vida sexual hasta entonces había sido bastante activa nunca se había encontrado en esta situación. Situación excepcional y cargada de emoción. Una habitación, tres cuerpos con ganas de pasarlo bien, juventud escultural que mezcla placeres para acabar con su utopía, sueño asentado en la memoria que en unos instantes se convertiría en realidad. No fue necesario el alcohol, unos tragos de silencio y comenzaron la fiesta, hielo que se derrite al calor de pieles que se iban desnudando, suavidad que desabrocha la pasión, Ramón quedó tumbado en la cama sin camisa, saliva que viste de nuevo ese torso desnudo creando musica celestial, la quietud no se detiene y beso a beso abren la puerta a la lujuria, calla el silencio y grita el placer, tres mentes cautivas que dejan vivas sus mieles, electricidad que enciende la pasión y mezcla la dulzura con la imaginación, oscuridad que ilumina el deseo dejando entrar en grutas inexploradas, mundos desconocidos deseosos de descubrir sus atributos, frutos prohibidos que exprimen sus pulpas sin pensar en culpas ni remordimientos. Cualquier sentimiento se oculta, sensaciones que toman el tren que la vida quiso dejar a un lado pero que ahora lo puso en vía directa haciéndole marchar a toda velocidad. Éxtasis completo que en vez de dividir multiplica y salpica el pensamiento, la cama quedó pequeña y los tres cuerpos rodaron cayendo abrazados al suelo, baja altura para un sueño que andaba en lo más alto de sus aspiraciones. Logró aquel anhelo y el cielo se le acercó llenando de placer su cuerpo y envolviendo en una nube de pasión, su alma. Quedó en calma el tiempo y se detuvo el reloj, empapado el vestido, secaron sus besos entregados al silencio. A Ramón sólo le quedaría una pena, algo que su ego no podría soportar, el haber conseguido su sueño y jamás poder contarlo

MIGUEL URBANO PERALVAREZ.

Registrados los derechos de autor.

AMOR Y EDAD.

¡¡¡BUENAS TARDES!!!

Escarcha, tal vez el pelo no quiera escuchar pero la verdad no perdona. blanca la vida deja pasar el tiempo para que sea el amor quien decida la edad. La luz aun no se enciende, el sol calla tras su cortina, la voz quiere hablar pero el calor lo impide, se evaporan las palabras. El cielo acaba de brillar, una estrella ilumina el firmamento y la luna se entretiene besando a la noche. El día atempera la tarde, fría oscuridad que engulle la luz apagando la razón. aparece entre nubes una ilusión llena de humildad que suavizando la voz grita un silencio acallando la calma. Calma el anochecer y el firmamento se nutre de las notas para enriquecer la melodia que callaba escondida tras las partituras de un soneto. La edad no quiso avanzar y dejó el tiempo correr, mientras el amor marcaba una a una las arrugas que engañaban para dejarlas ver. Una lucha sin razón porque tiempo y corazón laten al mismo ritmo. Tanto el amor como su calor van de la mano y no pueden enfriar la tarde intentando enfrentarse al tiempo.

Miguel Urbano Perálvarez.

sábado, 7 de junio de 2014

Los postres, flambeado de sonrisas con profusión de besos y reducción de miedos.

Aun se escuchan los ecos de la mañana, el sol mecanografía frases con brazos de fuego, trazos de luz que van encendiendo sonidos incandescentes, calor que abrasa el corazón y contagia la mente. La tarde centellea y el amanecer apagó su fuerza, almas que anhelan amor y otra que hielan las brasas. Azúcar tostado a la sombra de una sonrisa, dulzura que da esencia a un sabor que emerge del alma, macedonia de sensaciones que mezclan sus néctares para conseguir que el sentimiento aflore de sus adentros. Amor acaramelado que alimenta el paladar busca encontrar la medida exacta para no anular su verdadero sabor. Tertulia perfecta entre comensales, la sal encuentra su sitio y aparece el plato definitivo, degustarlo con gusto sin escatimar en tiempo ni intención. El postre espera en su jugo y desaparece el segundo por abdicación de su realidad. Ya la sobremesa enciende la emoción y esconde el dolor, augurando una buena digestión, que retorcía las entrañas. La luna cerca su embrujo, la humedad no están clara, y las lágrimas escampan aderezando la ilusión que roza los labios en un descuido de la razón. El amor se entretiene y tras los postres, flambeado de sonrisas con profusión de besos y reducción de miedos, logra apagar el fuego que encendía la pasión dejando incandescente la llama que el amor provoca, enardecido licor que brota de un sentimiento, sangre que se enriquece con la luz de la ilusión, amor que se desboca y deja en bo
ca ese delicioso sabor.

viernes, 6 de junio de 2014

"TRAS LA LUNA DE OTOÑO, UNA ESTRELLA"

¡¡¡BUENAS NOCHES!!!!

Aquí os dejo de nuevo otro fragmento de "Tras la luna de otoño una estrella"

José quedó pensativo en su dormitorio, se le disipó el rencor hacia su socio y parecía arrepentido, no debió comprar aquel arma, ya tenia bastante con perder un amigo como para embarcarse en un asunto tan escabroso, un susto podía derivar en algo más serio. Estaba también seguro de que iba a remontar, de alguna manera volvería a tener su empresa y por ultimo su corazón había vuelto a vibrar y conseguido el calor que anhelaba, Isabel había instalado el suyo dentro. Tomas estaba dando espuelas a su vida y alejaba su montura de las ventas, barrio torero donde vivía junto a Isabel, que a su vez ya había tomado la determinación de corregir su camino y así lanzarle un capote a José para dejarle mas claro su destino y por otra parte daba alas a Tomas para lanzar su alazán a la conquista de Córdoba, ciudad que alberga su nueva ilusión, aquella muchacha que tras unas palabras en el almuerzo había hechizado su mente y despertó su corazón, Maria y la luna, miraba Tomas la luna y en ella veía el reflejo de su sonrisa, amor que escucha y observa que " Tras la luna de otoño nace una estrella" y comienza a encender el fuego que se extinguía lentamente.
Belén soñaba en su sueño y descubría en él ese hombre que iba a llenar sus momentos de silencio, esos ratos de soledad que creía no iban a acabar nunca, era joven pero era ahora cuando verdaderamente se sentía así.
Unas nubes iban uniéndose formando un manto uniforme que fue ocultando cada una de las estrellas que se veían en el firmamento hasta lograrlas callar y conseguir apagar la luz de una luna que intentaba abrigar en su regazo esos corazones que se iban enfriando al son de la gélida balada que empezaba a sonar, la lluvia hizo su aparición y una fina nube de gotas comenzó a inundar el suelo, convirtiéndose en pocos instantes en diluvio.

Miguel Urbano Perálvarez.

Registrados los derechos de autor.

jueves, 1 de mayo de 2014

¡¡OJOS QUE ENCIENDEN LA TARDE!!!








La llama enciende la tarde, una canción expande su eco y la mente comienza a recoger los primeros estímulos. La razón andaba perdida en otros tiempos, una noche escondida en la memoria trazaba las lineas a seguir, noche de luna que iluminaba el camino hacia la libertad, conversaciones sin eco que acababan en nuestro interior, aderezando la idea que alimenta el pensamiento y dando sabor al sentimiento, endulzando un amargo despertar. La mesa, incompleta porque faltaban comensales, ofrecía manjares y el dulce néctar, pensaba el pensamiento, exprimido de aquella victoria, meta conseguida. Una etapa concluyó y daba paso a la siguiente, donde reuniría valor para enfrentarse a si mismo. El calor disipa las dudas, hace evaporar sus cimientos y desaparece con nuevos vientos que soplan en pos de conseguir una nueva etapa, la carrera se relaja al desaparecer obstáculos, en su lugar aparecen luces que encienden la razón, la mente renueva su pulso y acelera los latidos del corazón, sabia picardía que ilumina el pensamiento y enardece el alma. Cuerpos deseosos de quemarse en el placer sucumben al deseo y caen absortos en un mundo donde la dignidad se suma a la lujuria y convierten en digno el arte de amar. Sudor que humedece la piel y empapa el sentimiento, mezclando sensaciones y llevando el cuerpo hacia lo mas alto del placer, éxtasis que rompe la razón, clímax que enajena la mente y hace hervir el corazón, sangre en plena ebullición que acaba en explosión de júbilo, pasión dormida que rompe el silencio y hace gritar el deseo, que cumple su promesa de seguir con su espíritu intacto, alma que deja abierta la puerta a la ilusión, incandescencia que acaba en fuego eterno y corazones que arden en la hoguera de un amor incombustible pero que alimenta la sangre dejando encendida la llama de la pasión. Miradas entrelazadas que esperan la brisa que refresque ese ardor indestructible, la luna celosa calla escondida en la noche, la tarde ya tiene suficiente luz.

Miguel Urbano Perálvarez.


LA LUNA Y SU EMBRUJO.






Hoy he visto la luna, entristecida por no poder ver el sol se ha ocultado tras una cortina de nubes y derramando lágrimas de desconsuelo ha abandonado el firmamento dejando el cielo a merced del capricho del tiempo, ha llorado la mañana al observar su tristeza y haciendo un acto de constricción, secando unas gotas rociadas en sus comienzos ha tratado de consolarla. Abrazóla con su manto...


Recién lavado
y la envolvió
en su ternura,
diole su amor,
usó cordura,
apaciguó el dolor,
quemó sus penas,
de rojo fuego.
este horizonte,
Iluminó.
Ardió aquel llanto,

dio su color,
calló el silencio,
habló el amor,
¡vivo momento!
Murió el dolor,
Es un gran reto,
al fin pensó,
le dio un gran beso,
Viva pasión,
nació en un verso,
una canción,
Llenó aquel tiempo
que antes vació.
Nubes del cielo,
quiso borrar,
vientos de cambio,
brisa en el mar,
luna que lloras,
tu libertad,
busca alegría,

en tu mirar,
en el camino,
en la verdad.
Un sentimiento
y en realidad,
cumplir tu sueño,
en en la mirada,
antes callada,
busca el silencio,
no digas nada,
sonríe al tiempo,
ya es madrugada,
y dale un gran beso

a la mañana.
Pasión nacida,
pasión que entraña,
amor y vida,
Ilusión en el alma,
Placer dormido
despierta al alba,
Cuerpos desnudos,
rozando el alma.

Miguel Urbano Perálvarez.



MÚSICA PARA EL CORAZÓN

A
soma la mente a la luz y enciende un pensamiento, cae la tarde y un suspiro se escapa, la belleza se acentúa al percibir las curvas que autentifican su esencia de mujer. Entre telas que respiran sus silencios, alisa sus pliegues y estira sus penas, el dolor se quema a golpes de plancha mientras la música adereza con su sabor momentos de aciago. Sorbete de hielo picado que enfría el color y baja el tono que el calor había conseguido alzar. Calla el miedo, el amor intentaba escuchar para erradicarlo, cobarde silencio que esconde su ausencia para no ser descubierto, taladra sin voz y equivoca a la razón para no ser eliminado de un trazo. Por fin la luz incidió en la verdad y atrapó aquella aparición escondida y enjauló su poder, arrecia el silencio y toma nota la palabra para posicionarse y lograr escribir aquella página en blanco que amenazaba en silencio notas. Notas que esperaban también en silencio tras el miedo para hacer sonar la melodía del perdón. Se perdona al miedo si logra callar su maldad y deja escuchar la razón. Razón por la cual la verdad toma posesión y deja claro cuales son las pautas que debe seguir el amor para hacer realidad su sueño y dejar atrás quimeras asustadas por crueles serpientes salidas del miedo, la tarde comienza a encender la pasión, se inclina la balanza hacia el amor, fuego que ardía en el alma pero que, al escuchar silencios, callaba su llama y ahogaba sus gritos en la quimera, el sueño dormía, pero despertó el amor y prendió de nuevo.

Brillaban sus ojos
mirando
ese corazón
que ardía en el deseo,
encendía el placer
y vibraba el alma
entrelazando
sus dedos,
manos que
de la pasión
amasaron valor
para enfrentarse
a sus miedos.

Miguel Urbano Peralvarez.

EL AMOR DA FUERZA A LA VIDA.

E
El ojo no pudo verla, su velocidad impidió captarla, pero existió. Como un enjambre de abejas zumbaba en los oídos, la tarde aún resistía los envites de una noche cargada de silencios. El tímpano vibró, el martillo golpetea repetidas veces contra el yunque, aquel sonido emergió de la callada quietud vespertina, cristales rotos que caían al suelo desde la ventana, aquel cuerpo se derrumbó en el asfalto, dos disparos, uno impactó en la fachada y el otro en el cuello, sangre derramada entre vidrio hecho añicos. Olía a pólvora, fuerte aroma que ocultaba el dulce néctar de las flores de aquel arriate, la luna corrió a esconderse y el sol quedó triste, aquella experiencia le hizo llorar lágrimas secas, la luz se quebró, se nublaron sus ojos, el mundo cayó en su mente, se desvaneció aquel pensamiento y creyó que soñaba. Perdió la noción del tiempo, se sintió volar. Un beso rozó sus labios, rojo carmín que endulza el alma, sonrisa que alegra el corazón, cálida su piel que hacía erizar su espíritu dejando el vello en posición de ataque, la verdad se estudiaba a si misma y no encontraba razón alguna para explicar lo que estaba ocurriendo. Sintió frío, sus manos quedaron inertes, elevó su cuerpo y entonces lo vio, entonces pudo comprenderlo todo, se observaba a si mismo, rodeado de gente, un gran tumulto, una americana azul manchada de sangre servía de apoyo a su cabeza, su tez pálida perdía su sonrisa habitual, alma que veía morir su cuerpo, esquela dormida que quería despertar su miedo. De repente un silencio y todo parecía acabar, dolor callado que descansa en la muerte, lamentos que sesgan la vida con la velocidad de un proyectil. Todo parecía acabar y un golpe seco sacudió su mente y su alma lloró un sentimiento al abrir los ojos y ver aquella mirada que asustada gemía su dolor. Dolor que acabó en alegría, la muerte debió de esperar y una sonrisa brotó de sus labios enrojecidos por la sangre, pensó que su suerte renació de nuevo con él.

Miguel Urbano Peralvarez.

¿¿QUE ES DESPERTAR SIN TI??


Despertar, que es despertar sin ti? La noche se abalanza sobre la oscuridad provocando silencios, la luna rompe el cristal y hace añicos el espejo del alma. Surgen confrontaciones en el interior, batallas que libra la mente contra la arbitrariedad del tiempo. Soledad que escucha su lamento y deja dormir su sueño mientras intenta ordenar la música que le hace despertar, una sonrisa que el destino recoge y la diluye en la distancia, lágrima de emoción que hace llorar al viento, gota de vida que espera que la vida comience a andar. Raras las estrellas que con sus risas pretenden animar al sol sin darse cuenta que su brillo acabara cuando este haga su aparición, extraña ayuda que no tendrá ninguna consecuencia, habrán de esperar de nuevo a la noche para encender sus destellos. La madrugada abre sus oídos para paladear la candidez de una voz que penetra en el alma y seduce al corazón rompiendo las barreras que la razón había impuesto, la realidad tomó otro camino y acogió en sus brazos una ilusión dormida, arropado por la verdad despertó el sueño y detuvo su camino, pensaba la vida que seria más cierta su andadura si tomaba en sus alforjas una gran dosis de esperanza sin hacer esperar ni un segundo al día. Día que nacerá con su propia luz en la necesidad de compartir ese firmamento de ilusión con unos ojos de ensueño que amanecerán su sueño para hacer soñar el día encendiendo la verdad y apagando la oscuridad, dejando salir una música especial que dará ritmo a la mañana y dejará dormido el silencio.

Miguel Urbano Peralvarez.


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miércoles, 2 de abril de 2014

¡¡¡¡¡CARMÍN PARA EL CORAZÓN!!!

Festín de lluvia limpiando almas a las afueras de la mente, sol que deslumbra tras el arcoiris que la ilusión transcribe, dolor que atenúan las olas al romper el cascarón de la nave del desconsuelo. Navega la verdad sobre aguas tranquilas y el pensamiento nada a brazadas de franqueza, la luna escucha los lamentos del pasado que intentan callar su torpeza mirándose al espejo para conseguir verse mejor. Hoy los oídos abren sus silencios y dejan callados los enojos que se endulzan en una porción de la verdadera tarta que la felicidad horneó en el fuego de una pasión escondida, va mostrando su poder tras la cortina que el amor abre con suspiros de humildad. Pasión que se deja enriquecer con el calor de esa sangre que emerge sin dar tregua a los sentimientos, entre dos mares navega el amor que recoge vientos huracanados y los convierte en una brisa fresca y suave que deja respirar al corazón, el alma reza su oración pidiendo un final, claro final de un acontecer que de paso a la verdad más humana en la que el espíritu no vague sino viva libre, abriendo las puertas de lo que podría ser un paraíso, su propio paraíso. Hoy unos ojos llenos de emoción miran la luna esperando una respuesta, aun sabiendo que la luna no es quien la posee sino el amanecer del tiempo. Atrás queda ese tiempo, varado en su playa de ensueño en la que el sueño descansa su esencia y sin más ciencia intentar rescatar esas horas perdidas en un horizonte que reclama la luz de ese amanecer. Cada gota de este agua enriquece también la dulzura de una ilusión que acrecienta esa pasión que hace hervir la vida, camino inconcluso que trata de encontrar su meta acabando con su pasado y enderezando los renglones torcidos que la mente dejó transcribir en su memoria, buscando la manera de sembrar de simiente el sendero para poder recolectar realidad donde había quedado dormido el sueño.

Miguel Urbano PerÁlvarez.